sábado, 22 de agosto de 2015

Consejos de protección de celulares

Consejos de protección de celulares


Para aquellos que son precavidos y quieren resguardar su información, aquí tienen algunos consejos:

Lo primero, sentido común. Si hay un material que no quieres que caiga en malas manos, lo mejor es que no lo lleves en tu teléfono móvil, ni lo incluyas en mensajes de texto o correos electrónicos (que son fácilmente accesibles si un desalmado te roba el terminal un virus se instala en tu 'smartphone'). Números PIN, contraseñas, imágenes o vídeos comprometidos.
Utiliza siempre un patrón gestual o una contraseña para bloquear tu teléfono. Tres cuartos de lo mismo con la pantalla de desbloqueo. Los cibercriminales tienen métodos para romper estas barreras pero, en el peor de los casos, habrás ganado tiempo para reaccionar y poner en práctica otras medidas de seguridad.
Procura utilizar fuentes conocidas, en especial las tiendas oficiales o 'markets' correspondientes al sistema operativo de tu dispositivo (Google Play, App Store). Están constantemente vigilados y es mucho más difícil que se cuele un 'malware'. Si, por lo que sea, decides instalar algo desde una fuente desconocida, asegúrate de que la web no es un fraude y la 'app' es confiable.
En Android, la gran mayoría de las aplicaciones solicitan al usuario algún permiso para poder ejecutarse y cumplir con su función. Almacenar, modificar y borrar archivos de la tarjeta SD, leer tu información personal, acceder a tus llamadas, tus mensajes, tu ubicación... Multitud de cosas que no querrás confiar a cualquiera. Así que sigue esta máxima: cuantos más permisos pida, más seguro tengo que estar de que el desarrollador es fiable.

Además, suele ser interesante echar un vistazo a los comentarios que otros usuarios han dejado en Google Play (esto se puede aplicar también a los 'markets' de otros sistemas operativos). Lo normal es que si la aplicación ha originado algún problema te enteres, porque los afectados se habrán encargado de hacer pública la tropelía.
Permite únicamente las actualizaciones automáticas de las aplicaciones en las que realmente confíes.
Aquí la explicación es distinta en iOS que en Android, aunque en realidad el problema sea el mismo. En el caso de los terminales de Apple, las restricciones que impone el software propietario de la firma de la manzana mordida han hecho que un alto porcentaje de los usuarios de iPhone recurran a las técnicas denominadas 'jailbreak' para poder instalar aplicaciones no autorizadas por los de Cupertino. Pero, ojo, porque al tirar los muros no solo pasarán las ventajas, sino también los inconvenientes en forma de un acceso mucho más completo para los atacantes que consigan aprovechar las vulnerabilidades del sistema.

En Android, aunque sea un sistema de código abierto y permita la instalación de aplicaciones de fuentes distintas a Google Play, se han popularizado las técnicas que garantizan al usuario acceso 'root'. De este modo se gana acceso a las capas más ocultas del dispositivo y se abre la posibilidad de modificarlo y personalizarlo todo, incluido el propio sistema operativo (las llamadas 'custom roms' como el famoso Cyanogen Mod). En este caso, al igual que sucedía en la competencia, también se rompen diques que permiten a los cibercriminales pasar con más facilidad, husmear en más partes del teléfono y hacer un mayor daño si ese es su malicioso objetivo.
Si piensas regalar el teléfono, donarlo a la beneficiencia o cometes la insesatez de tirarlo a la basura (gracias de parte del medio ambiente), asegúrate de restablecer antes los datos de fábrica. De este modo se borrarán todos tus datos personales y el posible nuevo propietario no tendrá forma de hacerse con ellos.
Es importante estar preparado para lo peor. Si pierdes el móvil o piensas que te lo pueden haber robado, lo primero es llamar a la policía (y a tu proveedor) para que te ayuden a localizarlo y desactivarlo. Incluso puedes hacerlo tú mismo con cualquiera de las múltiples aplicaciones que permiten ubicar el teléfono, operar con él o eliminar su contenido de forma remota. Una vez superada la primera fase de peligro, acuérdate de cambiar todas las contraseñas que hayas introducido por medio de ese terminal. Es un engorro, pero es imprescindible.
El tipo de la mesa de al lado en un restaurante puede ser un potencial atacante, así que ándate con ojo. Aceptar por error una conexión bluetooth (pensando que es una llamada perdida o cualquier otra notificación irrelevante) abre de par en par las puertas de tu móvil al enemigo. Y de ahí a hacerse con tus datos no hay ni dos pasos.
Que WhatsApp no es la aplicación más segura del mundo no es ninguna novedad. Parece que las vulnerabilidades que permitían leer los chats de cualquiera que estuviese en la misma red pública – por ejemplo el WiFi de un restaurante - a través de un 'sniffer' (una aplicación diseñada específicamente para rastrear conversaciones) ya están solucionadas. Pero aún quedan otros agujeros por cerrar y de ti depende que nadie se cuele a través de ellos. Ten cuidado, por ejemplo, con las fotos que te envíen. Tras ellas puede encontrarse un virus. Y, como norma general, piensa en lo que te decía tu madre de pequeño: “no hables con extraños”.

Fuente: https://noticias.lainformacion.com/economia-negocios-y-finanzas/equipos-de-telecomunicaciones/consejos-para-proteger-tu-movil-de-los-hackers-y-no-acabar-como-pipi-estrada_ow7Y8VDI44NhGD7hIahOJ7/

El objetivo de este post fue mostrar los consejos mencionados en la fuente de una manera más organizada de lo que estaban.

No hay comentarios:

Publicar un comentario